El mundo, amenazado por la pandemia del COVID-19, la crisis climática y los conflictos armados, siente los efectos acentuados del fracaso de la lucha contra la corrupción en la mayoría de los países.
Del IPC 2022 se desprende que 124 naciones están estancadas en los mismos niveles que el año pasado, mientras aumenta el número de países que empeoran sus puntajes. En una escala del 0 al 100 -donde cuanto más cerca del 0, más corrupto se percibe al país-, es sumamente desalentador que el promedio global esté en 43 puntos.
La Argentina obtuvo en esta edición 38 puntos, igual que en el IPC del año pasado, ubicándose en el puesto 94. Si bien en 2021 ocupaba la posición 96, el cambio actual no se debió a una mejora de las políticas nacionales sino, más bien, al empeoramiento de otros países.
“No se han llevado adelante políticas innovadoras en materia de lucha contra la corrupción, y el tema no está dentro de la agenda pública del gobierno. Se podría destacar como positivo el avance en políticas de integridad del Ministerio de Obras Públicas y el Registro de Integridad y Transparencia para Empresas y Entidades (RITE) impulsado por la Oficina Anticorrupción con el apoyo del BID y PNUD pero al mismo tiempo la Justicia ha condenado a la ex presidenta de la Nación y actual vicepresidenta, Cristina Fernández de Kirchner, por corrupción en la obra pública durante su mandato”
Pablo Secchi, Director Ejecutivo de Poder Ciudadano
Esta situación es resultado de la ausencia de políticas públicas innovadoras en materia de lucha contra la corrupción y de vacancias de vieja data: la largamente prometida reforma de la Ley de Ética en el Ejercicio de la Función Pública y una reforma integral de la normativa de compras públicas, ambas esenciales para modernizar la regulación anticorrupción.
Junto a esto, el enfrentamiento constante entre el Gobierno y la Justicia -que encuentra su punto más alto con el pedido de juicio político a la Corte Suprema de Justicia- son elementos que, a pesar de algunas buenas prácticas, alejan a la Argentina de contar con un sistema de integridad adecuando a los tiempos que corren.
Las Américas: tampoco con noticias auspiciosas
El promedio de las Américas es de 43 puntos, lo que lo deja por detrás del oeste de Europa (66) y del Pacífico asiático (45).
Los mejores puntuados dentro de la región son Canadá (74), Uruguay (74), Estados Unidos (69) y Chile (67), mientras que en el fondo de la tabla se encuentran Nicaragua (19), Haití (17) y Venezuela (14).
La Argentina por su parte ocupa el puesto 18° entre 32 países, el mismo que en 2021.
– Resultado 2022: 38 puntos sobre 100
– Puesto en el ranking: 94 entre 180 países
– Resultado 2021: 38 puntos sobre 100
– Puesto en el ranking: 96 entre 180 países
– Resultado 2020: 42 puntos sobre 100
– Puesto en el ranking: 78 entre 180 países
La situación en el resto del mundo
Dos tercios de los 180 países medidos está por debajo de 50 puntos sobre 100. El 90% de ellos se mantiene estancado desde hace cinco años. Solo ocho mejoraron significativamente durante este período, mientras que otros diez empeoraron sustancialmente.
La corrupción y el conflicto se retroalimentan, amenazando una paz duradera. Por un lado, el conflicto crea un ambiente propicio para la corrupción, pero ésta también puede transformarse en violencia generando un mayor descontento social y dando lugar al fortalecimiento del crimen organizado, amparado en la impunidad generada por un Estado débil y con poca capacidad de control.
Los países mejor puntuados son Dinamarca (90), Finlandia (87) y Nueva Zelanda (87), quedando en la misma posición que en la edición anterior. Como contraparte están Somalia (12), Sudán del sur (13) y Siria (13), manteniéndose en los últimos lugares, así como en 2021.
“La corrupción hizo de nuestro mundo un lugar más peligroso. Debido a que los gobiernos fallaron en hacer progresos contra ella, alimentaron el actual aumento de la violencia y el conflicto – y poniendo en peligro a las personas en todos lados. La única forma de solucionar esto es que los Estados hagan el trabajo difícil, erradicando la corrupción en todos los niveles para asegurar que el gobierno trabaje para todo el pueblo, no solo para una pequeña elite”.
Delia Ferreira Rubio, Presidenta de Transparencia Internacional
Para consultar la posición de todos los países, el análisis de los avances y la desagregación de datos por regiones, además de la metodología empleada, se puede acceder desde el Informe del Índice de Percepción de la Corrupción 2022.