En la próxima elección en la Ciudad de Buenos Aires se dará un fenómeno nuevo para el distrito que serán las elecciones concurrentes. Esto significa que el mismo día se elegirán cargos nacionales y locales, pero con la particularidad de que van a ser organizadas por diferentes agencias estatales y se van a utilizar diferentes métodos de votación, de acuerdo a lo comunicado por la CABA.
En el caso de las elecciones nacionales, los principales roles de administración del proceso recaen en manos de la Cámara Nacional Electoral, del Poder Judicial de la Nación y la Dirección Nacional Electoral, perteneciente al Ministerio del Interior de la Nación, y en la Ciudad de Buenos Aires la organización del proceso electoral estará en manos del Instituto de Gestión Electoral y del Tribunal Electoral de la Ciudad de Buenos Aires.
Mas allá de que las elecciones concurrentes sean organizadas por diferentes distritos y utilicen diferentes sistemas de votación -CABA optó por el sistema de Boleta Única Electrónica– la necesidad de coordinación entre las autoridades electorales Nacionales y las de la CABA es imperiosa dado que las elecciones se darán el mismo día y en el mismo lugar.
Esta coordinación implica la respuesta de una serie de preguntas que hasta el momento la ciudadanía no tiene, ya sea por falta de comunicación del GCBA o porque la organización del proceso aún no está clara, situación relacionada con la falta de previsión a la hora de organizar un proceso electoral sin los tiempos suficientes.
Entre estas preguntas encontramos la duda de si las autoridades de mesa serán las mismas para la elección nacional y para la elección de la CABA. Nada dice al respecto el Decreto N° 109/23.
En caso de ser las autoridades las mismas surge la pregunta al respecto de la urna, ¿será la misma o habrá dos? En caso de haber dos -se supone que será así porque los procesos de licitación y compra de Nación, que determinan los tamaños de las urnas y otras especificaciones, ya fueron hechos- ¿cuál será el procedimiento mediante el cual el/la votante emita su voto? ¿Qué hará primero? ¿Podrán votar diferentes personas al mismo tiempo, una en el cuarto oscuro con el voto de Nación y otra en la urna electrónica? Es más, ¿estará la urna electrónica en el mismo recinto que las papeletas tradicionales? Surge aquí un problema adicional, el cuarto oscuro tradicional no puede ser observado por nadie mientras el ciudadano elige su preferencia, pero la urna electrónica, cuidando el secreto del voto, debería poder ser observada por las autoridades y fiscales.
Si las autoridades son las mismas ¿quién las capacitará, Nación o CABA? ¿Se hará una capacitación en conjunto o deberán hacer una capacitación con cada sistema? Y el pago para las autoridades por capacitación y trabajo realizado, ¿se hará en conjunto o en forma independiente por distrito?
Para la hora del cierre de la votación surgen más preguntas. ¿En qué orden se contarán los votos? ¿Se cerrará primero el proceso de la CABA con el conteo de la Boleta Única Electrónica o se contarán los votos de Nación con el sistema de conteo tradicional para después comenzar a contar las boletas electrónicas?
Todas estas preguntas y muchas más requieren respuesta de un trabajo de coordinación entre las autoridades nacionales y las de la CABA. Respuestas que ya deberían estar y ser públicas a casi tres meses de las elecciones, principalmente porque tanto la Cámara Nacional Electoral como la Dirección Nacional Electoral vienen trabajando en el proceso con previsión y, al mismo tiempo, los partidos políticos necesitan organizar a sus fiscales.
Los desafíos son muchos y el tiempo escaso, un proceso pensado de una forma va a ser cambiado en forma repentina complejizando procesos estandarizados que aún no tienen respuesta para la ciudadanía.
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