En esta sección semanal destacamos las noticias que no son tapa de los diarios y que muchas veces pasan desapercibidas dentro de la vorágine informativa diaria de los medios. Van acompañadas por un breve comentario de un miembro de nuestro staff.
Que Argentina sea percibida como un país con altos niveles de corrupción no es una novedad. La novedad pareciera ser que el Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFI) cuestionó la política nacional para combatir el lavado de dinero.
¿Qué es el GAFI? Es un organismo inter-gubernamental que tiene como objetivo desarrollar y promover políticas, nacionales e internacionales, para combatir el lavado de dinero y el financiamiento del terrorismo (www.fatf-gafi.org).
El 5 de noviembre, el GAFI publicó la evaluación de Argentina y sentenció que “el país no ha progresado en el tratamiento de las deficiencias identificadas en su momento y las que las leyes y medidas preventivas sobre lavado de dinero y financiamiento del terrorismo que existen no son efectivas”.
Entre las recomendaciones que el GAFI sugiere se encuentran: a) mejorar los procedimientos para las investigaciones, b) fortalecer el marco para congelar los activos vinculados con financiamiento del terrorismo, c) fortalecer la Unidad de Información Financiera para que pueda procesar casos relacionados con lavado de dinero, d) actualizar las leyes del sector financiero para fortalecer el control, la implementación de sanciones y la cooperación internacional, e) proveer de recursos adecuados a las diferentes oficinas para un trabajo más efectivo.
La respuesta oficial no se hizo esperar pero parece ser lenta, ya que la única medida tomada al respecto es la que la nota relata: cooperación entre las diferentes agencias de control financiero y una mayor autoridad a la Unidad de Información Financiera.
En febrero el GAFI volverá sobre las recomendaciones, esperemos que el Estado argentino haya hecho los deberes.